viernes, 21 de agosto de 2015

Diseño participativo en el Rosario

El alumnado y profesorado del INEB de El Rosario ha participado esta última semana en un proceso de diseño participativo dentro del proyecto N'oj para la mejora de la calidad educativa de la niñez y juventud del municipio de Champerico. El objetivo de este taller ha sido involucrarles en el proyecto que va a transformar las instalaciones, de manera que se integrarán sus aportaciones al diseño básico.

Así que hace unas semanas, el equipo de ASF en terreno inició los preparativos del taller en el que se quiso poner a prueba la metodología Oasis. Esta metodología participativa, ampliamente difundida por el Instituto Elos de Brasil, organiza un plan en 6 etapas explicado en el siguiente video:


Partiendo de esta base, adaptándose a los tiempos cedidos por el centro para la actividad y a los recursos disponibles, se estableció un cronograma de 5 días que agrupara las dos últimas etapas de la oasis en una única sesión.
Pero, cosas del directo, el día 10 el equipo tenía que trasladarse desde Quetzaltenango hasta el Instituto temprano por la mañana y una manifestación en el puente de acceso a Retalhuleu, único punto de paso sobre el río Samalá en kilómetros, les impidió llegar a la primera sesión y modificó el plan inicial: hubo que duplicar la sesión del miércoles 12 para condensar las sesiones de "equipo" y "sueño" en una sola mañana.

Se resume a continuación el desarrollo de la actividad:

El martes 11, se presenta brevemente la actividad a los 38 alumnos y alumnas participantes y al profesorado del centro. Esta se plantea como un proceso de investigación de lo que el alumnado quiere para su instituto y de muestra de lo que son capaces de conseguir hacer por ellos mismos si se organizan y emplean las habilidades de cada uno de los integrantes del grupo. Se explica a los chavales que es su responsabilidad llevar a cabo sus deseos. E implicarse en mejorar su espacio de ocio: diseñarlo, crearlo y cuidarlo.

Una vez establecido este compromiso se arranca con la exploración. El objetivo de este día es que los participantes tengan una visión nueva de su propio espacio y reflexionen sobre el uso que hacen de él. Para ello se propone la realización por equipos de un video, en el que muestren sus actividades y lugares favoritos. Este es el resultado:


Al final de cada jornada, los y las participantes reciben tres tarjetas con tres preguntas que adelanten la reflexión y el trabajo de la siguiente sesión. El miércoles día 12, se inicia la sesión con la exposición y reflexión de las respuestas a estas preguntas:
¿Qué hago en mi tiempo libre?
¿Cuál es mi lugar favorito del instituto?
¿Qué se me da bien hacer que pueda aportar al equipo?

Se investiga además sobre la distribución de las actividades por género, y sobre los motivos que les invitan o no a usar las diferentes áreas. En este momento se detectan nuevos condicionantes: el uso que la comunidad hace de la parcela interfiere con el del centro.
A continuación, se divide a los participantes en 3 pequeños equipos para que elaboren y compartan sus deseos y propuestas para el instituto. Cierra la jornada la puesta en común de estas propuestas:
Trabajando sus maquetas
1. El alumnado del centro desea tener servicios básicos como la electricidad o los sanitarios de los que actualmente carecen. Ahora se alquila la electricidad a un vecino, las alumnas acuden al sanitario de casa de una de ellas que vive al otro lado de la calle y los alumnos deben desplazarse hasta el centro comunitario.

2. También desean que se cierre la parcela del instituto, puesto que las puertas ya han sido forzadas en varias ocasiones, y los animales que se meten en el terreno deterioran las mejoras del ajardinamiento que ellos hacen.

3. Prácticamente todos los alumnos querrían tener espacios a la sombra en los que poder sentarse a comer. Los que hay hoy día, se encuentran fuera de su parcela, en el parque anexo.

4. El aula de computación, el salón y la biblioteca, ya contemplados en el proyecto inicial forman parte de las principales demandas de los participantes.

5. Algunos de ellos querrían que hubiera una pila de agua, más aulas, cocina y comedor, un espacio para la dirección del centro, bodega (todo el material se almacena en las aulas) o una guardería.



Se abre la sesión del jueves día 13 con la proyección del video realizado el día 11. A todos los participantes les hace mucha ilusión verlo y se hace un nuevo pase.

Después, y visto lo bien que funcionó la dinámica del trabajo en equipos autónomos el día anterior, se pide a cada grupo que traslade su propuesta de espacio de ocio a escala 1:1, situándola en la parcela con cordeles y otros elementos (replanteando) y definiendo y concretando el diseño.
Detallando la propuesta
Un equipo plantea su zona de ocio en el extremo este de la parcela, bajo la línea de mangos que limita con la calle. Allí diseñan un área de esparcimiento con mesas alineadas entre los árboles y papeleras.

Otro propone su zona de ocio al sureste de la parcela, lindando con el parque existente. Organizan su diseño alrededor de un pequeño jardín circular, con mesas y papeleras, un pequeño parque de juegos propio y una tiendita.

El tercer equipo dispone una banca y una mesa a la sombra, en el extremo oeste de la parcela, junto al pozo de agua. Y diseñan una pila que bebe de este, cuyo drenaje riega un pequeño jardín.

En paralelo a esta frenética actividad, se trabajan tres paneles para exponer las reflexiones de las preguntas lanzadas el día anterior:
¿Cómo podemos conseguir nuestro sueño?
¿Qué puedo aportar yo?
¿Con quien establecer alianzas?
    Conociendo las reflexiones de los compañeros
    Estas preguntas avanzan el trabajo de concretización de la acción a desarrollar el último día del taller: diseño, materiales y habilidades necesarias... A lo largo de la mañana se guía a cada grupo en la decisión de qué acción concreta llevar a cabo al día siguiente y se les asiste en la planificación de la logística: obtener los materiales, la herramienta, la ayuda necesaria...
    Finalmente, el viernes 14 se lanzan a la acción:

    El primero de los grupos toma la decisión de limpiar la parcela y construir un contenedor para residuos hecho de bambú.

    El segundo se centra en la construcción del jardín.
    Y el tercero inicia la construcción de la banca y la mesa junto al pozo. Para esta labor, uno de los alumnos solicita ayuda a su padre, albañil, que se involucra de buena gana y resulta ser un gran fichaje.

    A lo largo de esta intensísima jornada de trabajo, cada participante colabora con el o los proyectos que más le interesa con total libertad. Se organizan y trabajan de manera autónoma... incluso van surgiendo nuevas acciones como el pintado de piedras para decorar el jardín. Todos trabajan codo con codo, se esfuerzan mucho, pero sobre todo disfrutan la experiencia de desarrollar y ejecutar un proyecto propio.

    Se cierra el taller con una celebración, en la que se exponen fotografías de todo el proceso.
    Desde luego, puede decirse que la actividad ha sido todo un éxito. La participación y motivación de todos los participantes ha sido muy alta, y esto ha redundado en unos muy buenos resultados, más teniendo en cuenta el corto periodo de tiempo en que se ha desarrollado todo el proceso. Pese a la timidez inicial, los alumnos y las alumnas han resultado ser muy participativos, activos y trabajadores. El profesorado nos ha apoyado en todo momento, concediéndonos horas extra para poder involucrar a todos los alumnos del centro, animando la participación de los niños y participando ellos mismos en todas las actividades. Algunos miembros de la comunidad se han involucrado y han apoyado las acciones llevadas a cabo por los chavales.

    Por otra parte, las aportaciones del proceso al proyecto han sido bárbaras, puesto que ha permitido conocer de primera mano el día a día del instituto, las necesidades y las preferencias de los usuarios, así como los condicionantes externos que podrían influir en el desarrollo de las obras.
    El siguiente paso: sistematizar toda esta información para futuras consultas y realizar el proyecto básico.

    El equipo de ASF en terreno quiere agradecer el apoyo y la participación a todos y cada uno de los alumnos y alumnas, al papá de José Fernando, a Neftalí como miembro del COCODE de El Rosario que se integró improvisada y voluntariamente en el equipo de fundido de la banca, a todo el cuerpo docente del centro, y a Juventina y Cruz de ASIAPRODI.

    1 comentario:

    1. Esta entrada está requetebién y he llegado a ella a través de un boletín que estaba aún mejor :P

      Ahora en serio. Aquí hay hooooooooooras de trabajo y además bien contado, pese a que goole quiera colocar las fotos a su libre albedrío.

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